Desde los equipos de investigación y extensión de la UNQ recordamos a la docente, investigadora y extensionista Águeda Fernández en el primer aniversario de su fallecimiento.
Águeda Fernández nació el 9 de febrero de 1982 con atrofia muscular espinal: una enfermedad genética degenerativa, lo cual la llevó a depender de una silla de ruedas para desplazarse. Pero ello no le impidió estudiar en la Universidad Nacional de Quilmes la Licenciatura en Administración Hotelera, donde encontró su verdadera vocación y conoció al Arquitecto Luis Grünewald, un docente de la carrera que, le permitió realizar un proyecto de investigación que le diera la posibilidad de recibirse. Gracias a esta situación, Águeda comenzó a investigar sobre el Turismo Accesible, apoyada y guiada por Luis, quien la incorporó a su equipo de trabajo universitario y fue el comienzo de su fructífero camino.
Con el correr del tiempo y una meta ya definida, ella se enfocó en intentar mejorar la calidad de vida de muchas personas con algún tipo de discapacidad, entendiendo al turismo como un derecho universal. Continuó investigando y estudiando — obteniendo su Maestría en Accesibilidad para Smart Cities —, hasta convertirse en una referente en la temática del turismo accesible y posicionando a la Universidad Nacional de Quilmes, no solo a nivel local, sino regional e internacional en estas temáticas. En esta alta casa de estudios, fue docente instructora con dedicación semiexclusiva, dictando en los últimos dos años el curso “Mantenimiento, seguridad y accesibilidad hotelera” perteneciente a la carrera de la cual ella fue egresada.
Además, entre otras actividades de divulgación y concientización, organizó y coordinó diversos encuentros, presentó destacables ponencias y fue conferencista en innumerables eventos y congresos nacionales e internacionales. Sumado a ello, fue autora de una importante serie de publicaciones técnicas que permitieron difundir la temática del turismo accesible, entre las que se destaca su participación en el desarrollo del glosario de turismo accesible dentro del Tesauro Turístico Argentino del Ministerio de Turismo -MINTUR-.
En este sentido, y entendiendo que su legado perdurará por siempre, desde los proyectos de extensión y de investigación “Turismo accesible. Análisis de la inclusión social en el turismo para las personas con capacidades restringidas” que ella co-dririgía, se está elaborando un documento que recopilará sus obras, su trabajo y artículos de prestigiosos especialistas nacionales e internacionales en la temática del Turismo Accesible, el cual se publicará el próximo 3 de diciembre, día que se celebra el “Día internacional de las personas con discapacidad”.
No se puede dejar de mencionar que en el campo de la formación de mejores profesionales, fue directora de muchas becarias y tesistas, pero su mayor logro fue la creación del Diploma de extensión universitaria en Política y gestión estratégica del turismo accesible (que hoy lleva su nombre) diseñado en articulación con países de América Latina. El mismo se continúa llevando adelante en la Universidad Nacional de Quilmes y se encuentra finalizando la tercera edición. También integró el Comité Técnico de expertos para el desarrollo de la recientemente publicada norma internacional ISO 21902 de turismo accesible promovida por la OMT
Águeda fue una destacada docente y pensadora de una vitalidad y energía inusual, siendo admirada y reconocida con diversos premios y distinciones, entre los que se destacan la membrecía honoraria de AFEET para coordinar la Comisión de Turismo para Todos y el Premio Bienal ALPI 2011 por ser ejemplo de superación personal e inserción social de personas con discapacidad motriz. Además, fue seleccionada como uno de los 10 Jóvenes Sobresalientes de la Argentina 2011 en la categoría “Superación y logros personales” y fue elegida por la Fundación Bocalán para asignarle de manera gratuita a Delfina, su perra de asistencia, quién fue entrenada para asistirla específicamente a ella en muchas cosas que necesitaba, como levantar objetos del suelo, abrir puertas, cerrar cajones, etc.
Si bien ella dejó de estar físicamente en este mundo el 24 de septiembre del año pasado, su profesionalismo, sus logros, sus enseñanzas y su esencia, quedan. Nunca se borrará de la memoria de quienes la conocieron, esa fuerza que tuvo siempre para superar los obstáculos y luchar por lo que ella creía correcto, además de su amistad, compañerismo desinteresado y la buena energía que tenía, logrando que su vida fuera lo que ella quiso que fuera, aceptando su discapacidad y entendiendo que sin ella no hubiera logrado todo lo que logró. Pero fundamentalmente, nunca dejó de ser esa persona sencilla, honesta y querible que todos admiraban.