Las ventajas competitivas permiten a las organizaciones desempeñarse de manera superior al resto de sus competidores. Sin embargo, son difíciles de mantener en el tiempo, debido a los cambios cada vez más veloces que se suceden en el entorno, en lo que respecta a las preferencias de los clientes y los avances tecnológicos. Para enfrentar dichos cambios, que producen ambientes competitivos cada vez más intensos, las pymes deben reconocer la importancia de desarrollar actividades de creación de propuestas de valor únicas, guiadas por la estrategia competitiva y sustentadas por los recursos con los que cuenta la organización y sus capacidades empresariales para combinarlos de la manera más provechosa posible.