Autores/as: Santiago Miguela
Transitamos un camino que nos invita a buscar nuevas alternativas para que la suspensión temporaria de las clases no implique una interrupción de las relaciones con la comunidad, con los saberes, y sobre todo que no clausure las ganas de aprender de los niños y las niñas.
Aprender a quedarse en casa es algo nuevo para todas las personas, grandes y chicas. Nos toca también aprender formas más profundas de solidaridad y responsabilidad: me cuido para cuidar a otras personas, cuidar entonces, implica llevar muchas iniciativas articuladas y significa, para nosotros, no desatender la responsabilidad de educar.
La propuesta del texto no reemplazará la escuela, ni las clases, ni a los docentes. Pero tratará de de brindar una oportunidad para mantenernos en contacto con la escuela y sostener un intercambio que facilite la continuidad del ciclo electivo iniciado.
Palabras clave: Representación, actores escolares, continuidad pedagógica, tiempo de pandemia.